Los juegos de nuestros abuelos, una vez más, han estado el centro de la actividad, un espacio de aprendizaje que ha acompañado a crear todas estas interacciones ricas y sensibilizadoras.
Una actividad inclusiva y a favor de la diversidad, dónde han podido jugar personas de diferentes culturas, de diferentes edades, y al mismo tiempo, niños y niñas con necesidades educativas especiales. Todos han estado invitados a disfrutar independientemente de sus características personales.